¿Has oído hablar de Ipoh? Posiblemente no, ¿verdad?. Pues déjame decirte que es la tercera ciudad más importante de Malasia y puede ser una parada perfecta en tu ruta.
En nuestro caso, teníamos muchas ganas de recorrer las calles de Ipoh para descubrir su arquitectura colonial, el street art del que presume y sus templos cuevas. Además de para salirnos del típico circuito turístico. Nos fastidió mucho llegar 4 horas más tarde de lo previsto, ya que tuvimos que suprimir algunas visitas.
Así que, dado que la siguiente parada era Penang (famosa por su street art), decidimos centrarnos en los templos cueva, concretamente en Ling Sen Tong, Nam Thean Tong y Sam Poh Tong, que se encuentran uno al lado de otro, y en Kek Lok Tong, situado a unos 7 km de los anteriores. Aunque el templo más famoso es Perak Tong Cave, decidimos no ir, ya que nos pillaba más retirado y solo disponíamos de una mañana.
Tabla de contenidos
Cómo llegar a Ipoh
Si tienes pensado realizar el trayecto Cameron Highlans – Penang, al igual que nosotros, Ipoh es una parada perfecta, ya que se encuentra a mitad de camino y aunque cada vez se va haciendo más popular entre los turistas aún no llegan de manera masiva como a otros lugares de Malasia.
Ésta ciudad cuenta con aeropuerto, estación de tren y autobús, está bien comunicada con el resto del país, así que no tenéis excusa para no visitarla.
Nosotros llegamos a Ipoh desde Tanah Rata (Cameron Higlands) en bus. El trayecto tenía una duración aproximada de 2 horas que gracias al atasco que pillamos se convirtieron en 6 horas, ¡una faena! Ya que solo íbamos a pasar una noche en la ciudad.
Desde este enlace puedes las diferentes opciones de transporte y realizar la reserva.
Qué ver y hacer en Ipoh
Nosotros realizamos las visitas de los templos por libre, pero si prefieres hacerlo acompañado por un guía (inglés) puedes echarle un ojo a este tour privado, que es personalizable.
Ling Sen Tong Temple
Ling Sen Tong Temple es un colorido, extravagante y curioso templo-cueva taotista cuya traducción es “Roca de los espíritus celestiales“.
Se sitúa en un entorno repleto de colinas de piedras calizas y vegetación, a unos 6 km del centro de Ipoh.
Al llegar al recinto, 2 dragones nos dan la bienvenida y al cruzar la puerta nos trasladamos a un mundo de fantasía lleno de color.
Frente a nosotros se haya un templo repleto de espirales de incienso que cuelgan del techo. En su parte superior 4 guardianes y un buda acostado, todos dorados y de gran tamaño llaman nuestra atención.
Subimos y contemplamos las vistas desde otra perspectiva mientras Avril fotografía a unos monitos.
Luego, bajamos y paseamos por los exteriores, donde realmente reside el encanto de Ling Sen Tong. Aquí nos encontramos con los personajes de Viaje al Oeste (obra china acerca del monje Xuanzang y tres inmortales, un mono, un duendecillo de agua y un cerdo), figuras de animales, pequeños altares y una gran estatua de Guan Ying, diosa de la compasión.
Seguimos avanzando… Atravesamos una especie de puerta con tres arcos, decorada con pinturas chinas y detrás de ella un discreto árbol de los deseos llama la atención de Avril. Más estatuas de seres mitológicos chinos se suceden a nuestro paso, las paredes de este recinto están decoradas con pinturas sencillas pero bonitas y al final, un santuario dedicado a Guan Ying.
Sin duda, no es un lugar que invite a la meditación y espiritualidad, pero fue el templo preferido de nuestra peque, que no paraba de subir en las estatuas de los animales, hacer ofrendas y mil fotos.
Su visita es gratuita.
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Nam Thean Tong Temple
Tokong Nam Thean Tong o” Templo del cielo del Sur“, al parecer es uno de los templo-cueva más antiguos de Ipoh.
Está situado en una colina de piedra caliza entre Ling Sen Tong Temple y Sam Poh Tong Temple.
Este templo es una cueva de dimensiones considerables con varios niveles, en la que encontramos: santuarios, pinturas en las paredes, formaciones rocosas y zonas prácticamente abandonadas.
Sus exteriores están casi totalmente dedicados a servir de parking, por lo que como íbamos justos de tiempo entramos rápidamente al interior del templo a ver que nos encontrábamos.
Al entrar, unas escaleras dan acceso a lo que parece el santuario principal, en él 5 deleidades chinas con un altar lleno de velas e incienso. Del techo cuelgan farolillos chinos que le dan un toque de alegría a esta estancia, pues tiene un aire lúgubre y algo descuidado.
Desde esta cámara de la cueva salen pasillos y una escalera que da acceso a otras zonas, conforme vamos subiendo escalones la iluminación se hace más tenue, siendo en algunos lugares casi inexistentes por lo que es conveniente iluminar con una pequeña linterna, además las estrechas escaleras de caracol no están en muy buen estado, al igual que algunos tramos de suelo que son de madera muy vieja, por lo que sobre todo si vais con niños tened cuidado y que vayan siempre de la mano.
En nuestra visita vemos algunas zonas abandonadas que están cerradas al paso, pinturas en las paredes, santuarios llenos de polvo como si hubieran quedado en el olvido y diversas formaciones rocosas.
Conforme lo describo dudo que os den ganas de visitar este templo, pero a mí me encantó, y es que quién me conoce sabe de mi debilidad por los lugares que desprenden cierto misterio y tetricismo.
A Avril también le gusto sentir que exploraba una “cueva encantada” y pensar que en cualquier momento podía aparecer un fantasma.
Mientras nosotras disfrutábamos husmeando todos los rincones, Isra descansaba en la entrada, el señorito no puede seguir el ritmo de las chicas…
Su visita es gratuita.
Kek Look Tong
Kek Look Tong o Cueva de la Felicidad es un templo situado en una cueva de piedra caliza a unos 5 km de Ipoh, aunque actualmente tiene fines religiosos anteriormente también los tuvo mineros.
Sin duda, Kek Look Tong es un imprescindible de Ipoh, se conserva muy bien, limpio y ordenado… cosa que no podemos decir de todos los templos.
A la derecha de las escaleras que dan acceso a la cueva hay un estanque con peces de colores y una estatua de Guan Yin (diosa de la compasión).
Subimos las escaleras, no son nada empinadas y los peldaños son bajitos, por lo que la subida es muy cómoda. A ambos lados de ella vemos varias esculturas de dragones, budas, construcciones mundialmente conocidas como la torre Eiffel o las Pirámides…
Llegamos a la primera estancia, muy amplia y sencilla, conserva el techo y las paredes de piedra natural, sin ningún tipo de pinturas (al igual que el resto de la cueva). Encontramos unos bancos por si deseamos sentarnos y destaca un altar con 3 deleidades (Tong Tien Kzow Chu, Yuen Zhe Tien Zsue, Tai Shang Lao Gzuen Loa Tze) a las que los devotos ofrecen flores.
Desde aquí, otras escaleras dan acceso a la siguiente zona, en ella varias representaciones de Buda, formaciones rocosas y al fondo, el tesoro mejor guardado de la cueva… un jardín zen precioso, con lago incluido. En él podemos observar algunos gansos, además cuenta con bancos y pequeños senderos para pasear, es un lugar que transmite paz y tranquilidad en el que merece la pena sentarse un momento a descansar, o no… Avril prefirió correr… y eso que hacia un calor tremendo!
Una vez visto el jardín nos despedimos de este templo y seguimos con nuestro recorrido.
Su visita es gratuita.
Sam Poh Tong Temple
Samp Poh Tong Temple o Cueva de las tres gemas, es uno de los templos más antiguos de Ipoh y según hemos leído, el templo cueva más grande de Malasia, así que ya tiene que ser grande… Una de las cosas por las que es conocido es por su estanque de tortugas.
Nosotros tuvimos la mala suerte de encontrarlo cerrado, por lo que no podemos aportaros información de primera mano, así que ya tenemos otra razón para volver.
Alojamiento en Ipoh
Nosotros nos alojamos aquí. Sí, no es la opción más barata ni el tipo de hoteles en que solemos quedarnos, pero fue amor a primera vista, jeje. Junto con nuestro hotel de Kuala Lumpur fueron nuestro caprichitos del viaje y tenemos claro que cuando volvamos a Malasia repetiremos en ambos. Entre otras cosas, porque aunque para lo espectaculares que son el precio está genial, menos de 100€ la noche.
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